Nuestras queridas pastoras:
Un viaje de aprendizaje y amistad
En el año 2016, nuestras vidas se cruzaron con dos peludas compañeras que marcarían un antes y un después en nuestro camino como entrenadores caninos. Eran dos hermanas pastor alemán, de apenas seis meses de edad, llenas de energía y con una mirada que desbordaba inteligencia.
Su familia buscaba orientación para encaminarlas en su educación y entrenamiento, y así comenzó una aventura que nos llevo mas alla de un entrenamiento normal y que nos llenó de aprendizajes, risas y momentos inolvidables.

Desde el primer día, Camila y Muñeca, como se llamaban nuestras queridas pastoras, demostraron ser alumnas excepcionales. Su entusiasmo por aprender era contagioso, y su predisposición a colaborar nos permitió explorar juntos los alcances del comportamiento canino, la educación y el entrenamiento, tanto básico como avanzado.
Junto a ellas, perfeccionamos nuestras técnicas, profundizamos en la psicología canina y descubrimos la importancia de la paciencia, la constancia y el respeto mutuo en la relación entre humanos y perros.
Más allá de su rol como alumnas, Camila y Muñeca se convirtieron en grandes maestras. Su nobleza, su lealtad y su infinito amor por su familia nos enseñaron valiosas lecciones sobre la verdadera esencia de los perros y el profundo vínculo que podemos establecer con ellos.
A lo largo de esos cuatro años, compartimos innumerables momentos: desde sesiones de entrenamiento en el parque hasta tranquilas tardes acurrucados en el sofá. Celebramos sus logros, las consolamos en sus momentos de tristeza y fuimos testigos de su crecimiento, tanto físico como emocional.
Sin embargo, con gran tristeza, nos despedimos de ellas en este 2024. Su partida deja un vacío inmenso en nuestros corazones, pero a la vez nos llena de gratitud por la oportunidad de haberlas conocido y haber formado parte de sus vidas.
Camila y Muñeca no solo fueron nuestras alumnas y compañeras de trabajo, sino también dos grandes amigas que nos enseñaron tanto sobre los perros como sobre nosotros mismos. Su legado seguirá vivo en nuestro trabajo y en nuestros corazones, recordándonos la importancia del amor, la paciencia y el respeto en la relación entre humanos y animales.
Gracias, Muñeca y Camila, por haber sido parte de nuestras vidas.